ENSAYO FOTOGRÁFICO CENTRO CULTURAL ESTACIÓN INDIANILLA
Juegos de luces y sombras formadas por cuerpos, por volúmenes dispuestos al azahar o por un motivo en particular, decisiones tomadas en momentos únicos, composiciones planeadas, selecciones realizadas… Todo esto tienen en común la fotografía y la arquitectura, y aún así, son sumamente diferentes y las queremos separar aún más.
En ocasiones, arquitectos denigran la fotografía al decir que es sólo un trabajo mecánico realizado por la cámara, y en otras, arquitectos exaltan fotógrafos, diciendo que con sus nuevas técnicas crean espacios nuevos, mundos nunca antes vistos, y por lo tanto deben llamarse también arquitectos.
Ambas disciplinas se ayudan y complementan, se sirven una de la otra y conviven sin tener que competir; sin embargo, en ocasiones, esto se nos olvida.
Este trabajo habla de fotografía y arquitectura sin ser un manual de fotografía arquitectónica, ya que manuales de fotografía, que hablen de la técnica, el ASA, los lentes y los filtros a usar, abundan en librerías, y manuales de fotografía arquitectónica en específico que nos den pequeños tips sobre qué tipo de cámara usar y qué luz es la más conveniente para qué tipo de fachada, o la regla más utilizada en determinado tiempo también podemos encontrar. Este trabajo habla de la relación entre fotografía, arquitectura, y el arquitecto, y estudiante de arquitectura.
Así mismo, está dividido en dos partes: una escrita y un ensayo fotográfico. La primer parte a su vez está dividida en cuatro.
El primer punto de los cuatro a tratar es de la percepción y la fotografía. En el segundo apartado podemos ver más directamente la relación entre arquitectura y fotografía, así como con el arquitecto o estudiante de arquitectura. El tercer y cuarto apartado nos introducen al ensayo fotográfico, el cual se llevó a cabo sobre el Centro Cultural Estación Indianilla. Con esto, en el tercer apartado se refiere a las remodelaciones y restauraciones y todas aquellas actividades que podemos englobar en la re-arquitectura, mientras que el cuarto apartado nos adentra al Centro Cultural Estación Indianilla, para llevarnos así de lleno al ensayo fotográfico.
El Ensayo Fotográfico, que cabe señalar, no es un catálogo de edificios, ni un levantamiento fotográfico, a su vez, está abordado en cuatro partes. En ellas podemos ir de lo máximo a lo mínimo, o de lo grande, al detalle. Desde las fachadas que nos van introduciendo a los espacios y estos revelan a las miradas curiosas o a aquellas que saben ver sus detalles y nos muestran las diferentes texturas que lo conforman todo.
Esta es sólo una forma de ver la arquitectura, y no pretende decir que es la forma correcta de verla, o que exista una forma correcta, sólo plantea que dependiendo de los conocimientos obtenidos con anterioridad es como se verá la arquitectura, dado que el fotógrafo es capaz de comunicarnos aquello que ve de forma más sencilla, comprensible para todos, que otras profesiones, es sumamente importante su forma de ver la arquitectura.
Podemos descubrir miradas nuevas con la fotografía artística, o ayudar a nuestra memoria con levantamientos fotográficos de algún lugar, vender ciudades, edificios o espacios con la fotografía turística o comercial. Se pueden realizar remodelaciones más apegadas a lo que fue la obra a remodelar por medio de fotografías, e incluso sirven como documentación de procesos y actividades. Así, la fotografía y la arquitectura pueden estar ligadas de diversas maneras, ayudándose mutuamente y sirviéndose la una de la otra.
Orquidea Yareni Vara León
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